El Camino del Sacromonte hacia la Abadía. Senderismo Cultural Ligero.

Embárcate en una travesía que comienza en la majestuosa Abadía del Sacromonte, un conjunto de iglesias, patios y construcciones religiosas erigidas sobre el descubrimiento de las reliquias del Patrón de Granada, San Cecilio, el primer obispo de la región en los albores del cristianismo. Hasta allí nos desplazamos en transporte público.

El entorno de la Abadía del Sacromonte es simplemente abrumador; las vistas desde este lugar son genuinamente encantadoras y mágicas. Parado en la explanada, quedas sin aliento al contemplar la Alhambra, el barrio del Albaicín y la majestuosa Sierra Nevada.

Una vez dentro de la Abadía, comprendes la razón detrás de su ubicación y la importancia que tiene para los lugareños. Muchos peregrinan a este sitio durante el día de la festividad local, el día de San Cecilio, lo que muestra la profunda devoción de la comunidad.

Una cueva excavada, aún intacta, resguarda los restos del Santo Patrón y las reliquias que han suscitado enigmas y preguntas desde su aparición en el siglo XVI: los Libros Plúmbeos, discos de plomo con inscripciones latinas, árabes y arameas que hacen referencia a la Virgen María en todas estas lenguas. Nuestro guía te desvela los misterios detrás de estos fascinantes hallazgos.

Esta enriquecedora experiencia cultural mejora aún más con un tranquilo paseo de regreso al centro de Granada. Durante unos 15 minutos, te rodeas de exuberante naturaleza y disfrutas de vistas impresionantes. Pronto, te encuentras con las famosas cuevas habitadas del barrio, donde la comunidad gitana ha prosperado durante siglos y donde tuvo lugar el nacimiento de la zambra granadina, el canto y baile flamenco que define la ciudad.

Durante la noche, estas cuevas flamencas cobran vida con energía y alegría, transformándose en vibrantes tablaos que atraen a una audiencia ansiosa de disfrutar del espectáculo. Sin embargo, durante el día, el camino es sereno y apacible, haciéndote sentir como parte integrante del vecindario.

La segunda parte de este regreso, otros 15 minutos, te lleva por el pintoresco barrio del Albaicín y el Paseo de los Tristes, junto al río Darro. Este entorno natural ofrece un ambiente refrescante y el apacible murmullo del agua que atraviesa el corazón de la ciudad. La Carrera del Darro, lugar legendario en la historia de los visitantes que han recorrido esta ciudad a lo largo de los siglos, te aguarda. La experiencia culmina en Plaza Nueva, donde finaliza la visita.