Libro de visitas de 2005

Junio 2005

«Uno, a pesar de ser granadino, ha subido un montón de veces a la Alhambra. Solo y en compañía de otros. En visita guiada, en visita audiodescrita y en visita contemplativa. Uno ha subido de día y de noche. Por la mañana, a medio día y a la caída de la tarde. Sin embargo, el pasado sábado fue como si la viera por primera vez. La feliz culpa de ello la tuvo Antonio Bonilla, el guía. Porque Antonio es uno de esos guías que, además de comentarte lo que ves, hace que te fijes en lo que, estando visible, pasa inadvertido y, sobre todo, te permite imaginar lo que, habiendo existido, ya desapareció. Y esto es un arte. Y un privilegio. Si toda la visita había ido siendo apasionante, cuando entramos en la sala del Trono, me emocioné. Por completo. Desarmado…. escuchando las poesías que, apasionadamente, con todo el sentimiento y cariño, iba recitando Antonio… por momentos se me fue la cabeza….Instantes así valen su peso en oro…. las palabras de Antonio te hacen disfrutar de unos momentos gozosos y sublimes, de esos que no tienen precio…. Habrá libros, películas, fotografías, ensayos y tesis doctorales. Pero un buen guía puede valer por todo ello. Para eso, el guía tiene que disfrutar con su trabajo…. atesorar un amplio caudal de información histórica, artística, legendaria y anecdótica con que ilustrar y sorprender a los oyentes… ciertas dotes psicológicas para utilizar unos recursos u otros en función de la audiencia y, en general, ser un buen actor de la palabra. Y es que, por independiente que sea uno como viajero, un monumento, convenientemente contextualizado por un buen guía, siempre termina ganando muchos enteros». Jesus Lens Espinosa de los Monteros. IDEAL DE GRANADA. «Soñando despierto». 5